viernes, 21 de enero de 2011

NOS FELICES POCOS




Como mostraba la primera entrada de este blog, el título procede de la obra de W. Shakespeare "Enrique V" y su celebérrima arenga a las tropas en la Batalla de Agincourt.
En este discurso de víspera de la batalla, ante unas tropas debilitadas por el hambre y la disentería y en terrible debilidad numérica, el joven rey inglés hermana su suerte a los desgraciados de todo nivel social a los que las circunstancias han llevado a luchar junto a el, frente a las limpias, numerosas y frescas tropas francesas que piensan masacrarlos a la primera ocasión en la batalla que va a comenzar.
Cuentan que los arqueros ingleses -su mejor apuesta en la batalla- lucharon sin pantalones porque la disentería hemorrágica no les daba tiempo a quitarselos y ponerselos ante los contínuos episodios de diarrea que sufrían.
Pero, sorpresivamente, los franceses fueron derrotados. Por un ejército sin pantalones en gran parte. Porque no siempre el que tiene la mayor fuerza gana.
Los británicos tenian muy claro que no habia lugar a donde esconderse si se perdía esa batalla y usaron como mejor pudieron las escasas ventajas que tenían: sus irreemplazables arqueros de arco de tiro largo, su disposición en el campo que había elegido el enemigo...Los franceses tan convencidos de la victoria estaban que no tuvieron la mínima prudencia en percatarse que el terreno embarrado y estrecho, no le convenía a su apabullante caballería, que quedaría expuesta irremediablemente a la lluvia de flechas...y el mando estaba repartido entre nobles ineptos, ya que el rey presentaba episodios de enfermedad y demencia, que no sabían nada del arte de la guerra, pero que interferían contínuamente en los dos competentes militares plebeyos en los que se había delegado la tarea de organizar la batalla.

En Agincourt los ingleses aprovecharon las pocas armas que le daban ventaja y analizaron mejor que nadie el campo de batalla para que fuera un arma más. En cambio, los franceses estaban tan convencidos de su poder que no hicieron nada por asegurar mínimamente la victoria: la prepotencia de sus ineptos nobles se lo impedía.

El PSOE de Andalucía se encuentra en esta ocasión como los franceses en Agincourt: tienen el poder y las habituales herramientas del poder (medios de comunicación, intereses creados, sindicatos comprados...) para barrer en esta lance, pero adolecen de la misma falta de capacidad para saber leer el campo de batalla y para ser un mínimo de prudentes porque no conciben que este grupo de zarrapastrosos vaya a amargarle el día. Están dirigidos por baronías incompetentes que no son capaces de percibir que este heterogéneo grupo de manifestantes contra el decreto son mucho mas que tal o cual sindicato, y por supuesto, mucho mas que una supuesta mano negra del PP. Somos la gente. Sin mas. Sin soflamas incendiarias ni actos radicales de quema de nada, esta protesta es mas antisistema de lo que parece. Y el poder está demostrando su falta de adaptación a los requerimientos de esta pacífica y asertiva lucha.

Bueno, al papel que hace UGT y CCOO en todo esto, poco espacio requiere. Solo forman parte de una transacción comercial en el sentido mas simple y, a la vez, mas trágico: tantos años de lucha de gente honrada reducido a esto... Decir que se han prostituido es elevarlos a una dignidad de la que no son merecedores.

Pero cuidado, a los que tenemos cierta edad nos debe sonar lo que era la "provocación fascista". Ese concepto tan en boga en la Transición consistía en que los elementos reaccionarios se mezclaban entre los manifestantes para realizar actos deleznables entre la masa o de provocación a la policía. Así la noticia no eran los miles de manifestantes, sino la barbarie de los manifestantes y, por supuesto, la policía franquista actuaba con toda "legitimidad" para instaurar el orden a palo limpio.

Ciertamente, los tiempos han cambiado, pero el enfoque de la dialectica criminalizadora de los jerarcas del PSOE de Andalucía y las provocaciones de UGT del otro día  en las delegaciones del Gobierno, con la complicidad de la Junta al permitir lo que no estaba permitido en las distintas sedes, me ha recordado los tiempos del bunker franquista.

La manifestación va a romper las costuras del PSOE en Andalucía, pero una sola imagen en la que salgamos mal parados dará al traste con la magnitud de lo que le viene encima al trio PSOE-UGT-CCOO. No hay que estar paranoicos, pero a esta plebe le quedan pocos recursos adicionales distintos al trabajo sucio.

Como muestra del poder de los medios para cambiar la opinión de las masas, enfocando su atención en aquello que les interesa, les adjunto este vídeo de la película Julio César, basado en la obra de W. Shakespeare, en la que un joven Brando es capaz de cambiar lo que opinan las masas con solo el uso de la oratoria. Imaginénse que haría con la complicidad de Canal Sur, el grupo Prisa, Público...