Viendo la postura del caído en la foto, se me ocurren mil groserías de mal gusto, pero vamos a contenernos...
No es que le haya salido un gran amor por la tierra que rodea Sancti Petri y que, cual Papa, besa la tierra al bajarse del vehículo que le ha traido... es simplemente que Gaspar Zarrías se pegó el gran morrazo. No parece que en este entorno sobren los reflejos: cual corcho Gaspar no ha desplegado las manos y el séquito parece no inmutarse mucho. Es evidente que la debacle de las encuestas ha hecho que no se sorprendan lo mas mínimo del porrazo...
Copiado del siguiente blog:
Cuando se espera el desastre, los servilismos se relajan. |