Tal vez se les ha olvidado a Izquierda Unida las imagenes de aquellas decenas de miles de gentes de izquierda que no van a votar por nada del mundo al PSOE y a los que IU puede, eventualmente, recoger el descontento. Les pongo la imagen por si acaso las moquetas de los despachos han producido algún efecto amnésico:
Todo aquel que apoye el Decreto 6/2010 se va a quedar sin voto en la primera elección que haya.
Lo digo esto porque copio-pego del ABC lo que sigue:
El PSOE se aferra a IU para no tener que aprobar solo el «funcionariazo»
Ayer el PSOE culminó con IU la ronda de contactos con los grupos políticos, en un intento de aproximar posturas, después de que la pasada semana le tocara el turno al PP. De esta última formación el portavoz socialista en el Parlamento, Mario Jiménez, consideró que mantiene una posición «inmovilista y extrema», por lo que no vio posibilidad alguna de acuerdo.
Sin embargo, Jiménez no dudó en considerar factible un pacto con IU, coalición con la que el PSOE coincide «en la defensa de un modelo de Administración pública de calidad al servicio de lo público». Jiménez y el también diputado socialista José Caballos, intercambiaron puntos de vista sobre la reordenación en una reunión con el coordinador regional de IU, Diego Valderas, y el portavoz de Economía, Pedro Vaquero, que hizo una valoración positiva. El PSOE, informa Ep, también constató la «voluntad de acuerdo» de IU, y además felicitó a la coalición por el trabajo que esta realizando, en la búsqueda de un vía intermedia que concilie las aspiraciones de todas las partes.
Que todos se muevan
Vaquero, no obstante, señaló que la predisposición del PSOE a tener en cuenta los planteamientos de IU pasan por que el resto de las partes «también se muevan». En cualquier caso, las dos formaciones de izquierda coincidieron con las propuestas que tanto UGT como CC.OO. han realizado para incluir en el proyecto de ley que se tramita en el Parlamento.
El PP, por medio de su su portavoz parlamentaria, Esperanza Oña, pidió ayer a la Junta la presentación de un nuevo plan de reordenación antes de seis meses, texto que deberá estar negociado con las partes afectadas.
Oña señaló que el presidente Griñán se enfrenta a la peor crisis de honorabilidad desde que accedió al cargo, por cuestiones como los presuntos fraudes en los EREs, el conflicto de los funcionarios y el caso Matsa.
Sobre el segundo de estos asuntos, indicó que la reordenación realmente es «una tapadera», por cuanto no llevará a la reducción de altos cargos y supondrá un insignificante ahorro económico. Y apuntó que después de las dos manifestaciones multitudinarias contra el «decretazo», la Junta debería mirar si se ha equivocado.
Aunque el PP está dispuestos a presentar enmiendas, Oña consideró que sería mejor «comenzar de cero», de forma que se elabore otra normativa por consenso, la inclusión de una memoria financiera justificativa, el que sólo puedan fusionarse entidades de la misma naturaleza y régimen jurídico, el respeto a los derechos de los empleados y la reducción efectiva de altos cargos.